
El concepto de familia no tiene una definición como tal, es un vocablo que se emplea para designar a grupos de personas que viven juntas, unidos, en general, por relaciones de parentesco o de carácter afectivo. Esta es una de las características principales que define al ser humano, “vivir en sociedad”. En los grupos nómades, los primeros niveles de sociabilidad se encontraban grupos familiares extendidos, bandas o clanes, hasta llegar a las grandes sociedades, donde la familia sigue teniendo gran importancia. Es por esto, que la familia, en cualquiera de sus múltiples formas, es reconocida como el pilar de la sociedad y es objeto de especial protección por tratados internacionales sobre derechos humanos y por los ordenamientos jurídicos de prácticamente todos los países del mundo.
En primera instancia es importante considerar el concepto de satisfacción familiar y equilibro entre la familia y el trabajo. El bienestar y la satisfacción son conceptos que aportan una visión global de la calidad de vida de las personas. Se ha entendido que esta puede ser medida de una manera global o con relación a dominios específicos, entre los cuales se considera que la familia y el trabajo ocupan un lugar importante para explicar la satisfacción y el bienestar globales de cada uno de los individuos.
La satisfacción familiar se define como el resultado global y subjetivo de todo el juego de interacciones familiares, ya sea de carácter positivo, como negativo. La conciliación con el trabajo se ha vislumbrado como crucial y base de este equilibrio y ajuste psicológico del individuo. El equilibrio entre ambos conceptos (familia/trabajo) se ha investigado en términos de los conflictos potenciales que se traducen en la insatisfacción tanto laboral como familiar, estos conflictos suelen ocurrir cuando el sujeto tiene que asumir distintos papeles dentro de la dinámica familiar y empleo tales como, padre/madre, compañero/a, hijo/a y/o trabajador/a, traduciéndose en una forma de conflicto en el que las presiones y tensiones desde el dominio trabajo y el de familia son mutuamente incompatibles en una diversidad de maneras.

Consejos para equilibrar la relación familiar y el trabajo
El trabajo y la familia son elementos fundamentales en nuestras vidas, el primero nos permite brindarles a todos nuestros seres queridos lo que necesiten. Sin embargo, tratar de equilibrar estas dos áreas de nuestra vida no es tarea fácil, ya que a veces el trabajo genera situaciones de estrés que muchas veces son descargadas dentro del hogar o las situaciones familiares nos distraen de las responsabilidades laborales.
En primer lugar, es importante que integres a tu familia y trabajo, esto significa que debes plantearte un desarrollo armónico para poder asumir todas tus responsabilidades tanto familiares como laborales sin que una de las dos áreas se vea interferido por el otro. Poder alcanzar esta integración es siempre una decisión personal. Cada uno puede elegir a que brindarle más tiempo y dedicación.
¿Por qué es importante integrar el trabajo y la familia?
Hoy en día la vida laboral, sus exigencias y presiones, repercute directamente en la salud de las personas y esto recae sobre su núcleo familiar. En los últimos años, el ritmo de trabajo se ha vuelto cada vez más intenso, las jornadas laborales han ido en aumento y la falta de flexibilidad para atender demandas familiares contaminan la calidad de vida de las personas que trabajan fuera de su hogar y tarde o temprano todo esto repercute tanto en su salud física como mental y también en su vida familiar y laboral. El estrés laboral, puede generar conductas no saludables que influyen en las relaciones familiares y en la construcción de vínculos sanos y positivos.
Es por eso, que es importante integrar la vida laboral y familiar como un todo, tomar conciencia de los efectos que las decisiones laborales pueden tener en la calidad de vida de las personas y en sus familiares, impactando positiva o negativamente en el desarrollo de sus integrantes.
Por eso, el primer paso es ser consciente de nuestra realidad e integrar ambas áreas en nuestra vida cotidiana.
Dicho lo anterior, en esta instancia te daremos algunos consejos para encontrar el equilibrio entre ambas áreas.
- Fija metas: Diferencia cada una de tus metas y convérsalas con tu núcleo familiar, si es necesario que todas las partes flexibilicen está bien, hay que llegar a acuerdos y comentar como familia todos los factores que pueden estar afectando la relación familiar.
- Establece claramente tus valores y los de tu núcleo familiar: Tener claros tus valores te permitirán lidiar con lo que te demanda en el trabajo y lo que tu familia necesita de ti. Esto te ayudara a comprendes que es importante para ti y cuales son tus prioridades ante una dificultad o problema.
- Haz planes y comunícate correctamente: Crea rutinas y planes con tu familia en tus tiempos libres, elabora y termina tareas pendientes dentro de un horario laboral, con la finalidad de tener tiempo para conversar, y planear junto a tu familia.
- Administra tu tiempo y establece prioridades: Determina lo que es más importante para ti y dedícales todo el tiempo necesario a esos aspectos de tu vida.
- Lo más importante es que no asumas todas las tareas tu solo/a: La responsabilidad familiar y laboral debe ser compartida. Recuerda que la clave a estar bien es un correcto equilibrio, debes administrar tu tiempo y responsabilidades para lograr poner la atención necesaria en cada uno de los aspectos esenciales de tu vida.
Todo ello toma mayor importancia al contextualizar la modalidad de teletrabajo y el tiempo destinado a la familia en tiempos de pandemia. Debido a que si bien esta modalidad trae consigo muchos efectos positivos tales como; ahorro de tiempo y dinero en desplazamientos, mayor autonomía y libertad personal, disminución de problemas laborales, entre otros, también tiene efectos negativos que impactan directamente en la relación con la familia, donde aumenta el riesgo de exceso de trabajo, y el trabajador continúa sus actividades laborales más allá de su jornada laboral habitual, además de dificultad de organización del trabajo individual y distracciones en casa que interfieren en el desempeño de sus actividades. Algunas de estas distracciones son la televisión, los hijos, las mascotas o las tareas domésticas, las cuales pueden afectar a su trabajo, y generar una disminución en su productividad y motivación, así como también el no prestar atención a los requerimientos familiares durante la jornada de trabajo puede generar problemas emocionales y tensión en la dinámica familiar. Es por esto que el establecer horarios de trabajo y tiempo en familia, además de la comunicación y entendimiento de todos los participantes en el núcleo familiar serán clave para una armoniosa complementación del trabajo y familia.
